Durante mi infancia siempre me sentí energética y mi salud nunca fue un problema. Me encantaba disfrutar con mi familia, mis amigos, leer y pasar momentos en la naturaleza. Todo parecía ir muy bien en mi vida. ¡Me sentía llena de energía!

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Sin embargo, a mis 22 años, después de una infección estomacal, mi vida dio una vuelta de 180º. Lo "normal" para la mayoría de las personas es tomar un antibiótico, curarse de la infección y seguir con su vida. Pero no fue mi caso, mi salud empezó a empeorar y empeorar. Mis malestares eran principalmente digestivos pero se fueron transformando en un malestar general. Perdía peso, energía y la vitalidad que siempre me caracterizaba.

 

Ningún doctor lograba curarme, me aparecieron alergias a varios alimentos, dolores en todo el cuerpo y reacciones extrañas sin causa aparente.

 

Durante más de 15 años visité un sinfín de doctores en búsqueda de un diagnóstico y una medicina que curara todos mis síntomas.

Probé con homeopatía, biomagnetismo, constelaciones, acupuntura, uroterapia, etc. Aunque todas estas terapias sumaban ninguna me llevaba a una completa sanación.

 

Cansada y desgastada decidí que tenía dos posibilidades, seguir viviendo en el sufrimiento o empezar a buscar terapias que me vieran como un Todo y sanaran mi cuerpo, mi mente y espíritu.

 

Y entonces algo me hizo "click", ¿cuánto tiempo llevaba desconectada de mis emociones? ¿Cuánto tiempo del día dedicaba a agradecer todo lo que tenía en mi vida? Entonces empezó mi interés por la sanación energética lo que me llevó a graduarme en Reiki Nivel 1, 2 y 3. Comencé a practicarlo diariamente en mí y en otras personas.

 

El Reiki por una parte calmaba mis malestares físicos y emocionales y me llevaba a un estado de paz que nunca había sentido. ¡Era mi mejor vitamina! El yoga también se hizo parte de mi vida.

 

Todo parecía mejorar pero en el 2019 un nuevo evento en mi vida volvió a agravar fuertemente mi salud; como era de esperarse ningún médico encontraba ni el diagnóstico ni el remedio. Todos los días empeoraba y nada parecía curarme. Mi cuerpo reaccionaba muy mal a cualquier medicamento y/o suplemento y/o alimento. Cada día era una lucha intensa y cuando estaba a punto de darme por vencida, llegó la pieza que faltaba en mi vida: La meditación. Poder entrar en otra dimensión y olvidarme por unos minutos de todos mis malestares era inexplicable.

 

Tuve la suerte de conocer a grandes personajes en el mundo de la sanación y la meditación como Joe Dispenza, Rob Wergin, Bruce Lipton, Anita Moorjani, etc. 

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Finalmente descubrí que mi verdadera sanación se logra cada vez que ayudo a los demás a reencontrarse con su luz y a expandir todo su potencial. Con la ayuda de técnicas como:

 

• El Reiki

• Mindfulness

• Psych-K

• Coherencia del corazón (Heart Coherance)

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Debo serte sincera, algunos días me pregunto cómo sería mi vida si no me hubiera enfermado hace 15 años, pero cuando vuelvo a pensarlo bien no cambiaría ni un segundo lo que he vivido. Si quitara todo el sufrimiento vivido no sería quien soy hoy.

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Agradezco mi pasado y aún más mi presente porque gracias a este, hoy ​me estás leyendo y juntos podemos lograr que siga brillando tu LUZ y la mía.

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